El amor es como un vino
que nos invita a beber,
tentador se nos ofrece
para calmarnos la sed.
Si gustamos con cuidado
la dulzura que nos da,
alegrara nuestra vida
y nos reconfortara.
Mas si apuramos la copa
bebiéndola sin control,
además de no saciarnos
beberlo sera pero.
Pus después de la embriaguez
que nublara la razón,
hay que aguantar la resaca
que nos dejo su sabor.
Y por eso no sabemos
lo que mejor pueda ser,
si de amor beber el vino,
o quedarnos con la sed.
Poema del día: "Infinito", de ĐặngThân (Vietnam, 1964)
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LAS PALABRAS INDEFINIDAS FLUYEN desde la Trascendencia Última
cuando el sol se inclina quien deja que las palabras se vuelvan locas
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Hace 9 horas
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